miércoles, 4 de junio de 2025

"Y mi corazón se va con Ella…"

Hoy el Simpecado ya va camino de las arenas.

Hoy mi Hermandad echa a andar, entre vivas, cantes, promesas y lágrimas.
Hoy comienza ese camino que no solo lleva a la aldea…
lleva al alma, al corazón… y a Ella.

Y yo me quedo aquí.
Otro año más.
Con la pena callada que solo entendemos los que alguna vez hemos sentido cómo late el pecho al ver salir a nuestra Hermandad por las calles de nuestra ciudad.
Con el nudo en la garganta de quien quisiera andar pero no puede, de quien se despide sin moverse del sitio.

Me quedo con los recuerdos de otros años,
con el polvo en los botos de aquel camino que aún vive en mi memoria,
con los abrazos sinceros de amigos en el camino,
con las plegarias entre pinos y las lágrimas al llegar a la reja.

Y aunque no esté allí, voy con ellos.
Porque uno no necesita estar presente para caminar.
Mi corazón va en la carreta.
Mi fe va en las pisadas.
Mi alma se va al Rocío.

A los que vais, cuidadme a la Señora.
Decidle que no me olvido de Ella,
que mi pena no es por no estar en la aldea,
sino por no poder mirarla de frente y decirle “¡Aquí estoy, Madre mía!”

Buen camino, hermanos.
Que Ella os lleve de su mano…
Y a mí, desde aquí, me regale la esperanza de que algún día volveré a cruzar las arenas junto con los mios.



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