En vida, pasas desapercibido.
Eres el del “ya lo llamaré”,
el del “algún día quedamos”,el que se asoma en los pensamientos pero nunca en los planes.
Pero el día que mueres…
¡Ay, ese día!
Ese día las redes sociales estallan contigo.
Fotos tuyas por todos lados, mensajes de “qué bueno eras”, “siempre estarás en mi corazón”,“te queríamos tanto”…
Te querían.
Pero nunca te lo dijeron.
Te echaban de menos.
Pero jamás te buscaron.
Y tú, desde el silencio eterno, te preguntas:
¿Y por qué ahora?
¿Para qué tanto ramo, tanta lágrima, tanta corona…si cuando podías verlos, nadie te trajo una flor?
La verdad, cruda como la vida misma:
a los muertos se les honra con palabras bonitas y a los vivos… con silencios.
No esperes al funeral para demostrar cariño.
No guardes tus "te quiero" en un cajón con llave.
No publiques homenajes cuando ya no se pueden leer.
Hazlo hoy.
Hazlo ahora.
Porque cuando falte esa persona, te aseguro que el post más bonito no le servirá de nada.
Y tú, que aún estás aquí, piensa esto:
¿A cuántos quisiste… y no se lo dijiste?
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