El tiempo es un viajero incansable. No espera, no se detiene, no concede segundas oportunidades para revivir lo que dejamos pasar. Lo que hoy parece eterno, mañana será solo un recuerdo. Lo que hoy damos por sentado, un día se convertirá en aquello que más extrañamos.
Vivimos posponiendo momentos, creyendo que siempre habrá un “después”, un “mañana”, un “ya habrá tiempo”. Pero la vida no nos garantiza nada. Las personas que amamos, los instantes que nos hacen felices, las risas compartidas… todo tiene un reloj invisible que avanza sin que nos demos cuenta.
No se trata de vivir con miedo a perder, sino con la certeza de aprovechar. De decir “te quiero” sin esperar una ocasión especial. De hacer esa llamada que hemos aplazado tantas veces. De detenernos un segundo para mirar a quienes nos rodean y agradecer su presencia.
El tiempo no vuelve. Pero lo que hagamos con él puede dejar huella.
📖 Hoy te invito a reflexionar: ¿qué estás dejando para después? ¿Y si el momento perfecto fuera ahora?
No hay comentarios:
Publicar un comentario